Reforma Constitucional y salud: un desafío para el futuro

Por Leonardo Caruana

La reforma de la Constitución de la Provincia de Santa Fe representa una oportunidad histórica, única en más de 60 años, que los santafesinos y santafesinas debemos poner en primer plano. Sin embargo es comprensible que en este contexto de creciente preocupación por la crisis económica, la baja de salarios y la incertidumbre en torno a la política, se perciba como un tema distante, casi abstracto, que solo responde a intereses inmediatos.
De todas maneras, resulta fundamental ponerla en un lugar central ya que en su reescritura se pone en juego la capacidad de transformar aspectos clave de la vida cotidiana de las personas.

Uno de los tópicos en el que creemos que se debe trabajar profundamente en esta reforma es el acceso a la salud. Actualmente, los ciudadanos se enfrentan a una serie de situaciones de desprotección, no saben dónde acudir para ser atendidos, migran entre efectores públicos y efectores privados para completar la asistencia necesaria. Esta situación podría resolverse con la creación de un Sistema de Salud Único, que garantice un acceso claro, equitativo y universal a la atención sanitaria y los medicamentos esenciales. Y la nueva Constitución puede sentar las bases para esa creación.

La nueva carta magna provincial debe garantizar también el acceso para todos los ciudadanos y ciudadanas a los medicamentos esenciales, considerarlos un derecho al igual que el derecho al agua por ejemplo. También debería asegurar la producción pública de medicamentos y evitar que los gobiernos, en función de su ciclo político, tengan el poder de decisión para desmantelar organismos esenciales de desarrollo e investigación para el sostenimiento de uns sistema de salud integral como lo son en nuestra provincia el LIF (Laboratorio Industrial Farmacéutico) o el LEM (LAboratorio de Especialidades Medicinales), que producen medicamentos a precios accesibles para la población.

El ejemplo de otras provincias, como La Rioja y Tierra del Fuego, debe ser un modelo a seguir para lograr en Santa Fe el rango constitucional al acceso a los medicamentos esenciales, de producción pública y de producción privada.


La Constitución debe ser una herramienta que impulse un cambio más amplio, asegurando que el acceso a la salud no dependa de la capacidad económica de las personas. Esto también implica que las políticas públicas no queden al margen de las leyes, sino que se acompañen de la financiación y los recursos necesarios para su implementación efectiva. Es vital que la nueva Constitución promueva políticas públicas que garanticen la equidad en el acceso a la salud y que prioricen a los sectores más vulnerables de la sociedad.

En este sentido, los principios de universalidad, equidad e integralidad deben guiar el proceso de integración del sistema de salud. El reto está en lograr que, a través de un sistema de salud más justo, se acorten las distancias sociales y se garantice un acceso igualitario para todos, sin importar su nivel socioeconómico.

El proceso de reforma constitucional es una gran oportunidad de, no solo repensar el futuro de Santa Fe, sino también de sentar las bases para un sistema de salud más humano, accesible y justo. No se trata solo de un acto jurídico, sino de un acto profundamente político, que definirá el tipo de sociedad que queremos construir. Es crucial que los santafesinos y santafesinas comprendamos la importancia de participar activamente en este proceso porque la reforma de la Constitución no solo impactará en la política del día a día, sino que puede ser la herramienta que transforme, de una vez por todas, la calidad de vida de cada una y cada uno de los habitantes de la provincia. Es momento de pensar a largo plazo, de construir un futuro más justo, equitativo y saludable para todos.